Interbolsa, Odebretch y los carrotanques de La Guajira están entre los crimines financieros que significaron un fuerte golpe a las finanzas del país.
En los últimos años y tras la pandemia del covid-19, el auge de las criptomonedas y las tecnologías estimuló el crimen financiero, tanto a nivel nacional como internacional. Hoy por hoy, según el Foro Económico Mundial (FMI), estos delitos le cuestan a los países en desarrollo, como Colombia, hasta USD1,26 billones al año.
«en Colombia la corrupción, el lavado de activos y, aunque parezca increíble, el crimen bursátil y bancario, el fraude y el cibercrimen son los crímenes financieros más comunes.» – Juan Carlos Portilla.